EDITORIAL
La Industria de conversión del plástico y las asociaciones gremiales.
Son ampliamente conocidas las dificultades por la que estamos pasando los productores, o mejor dicho, los convertidores del plástico, consecuencia de las constantes y persistentes alzas de las materias primas.
En realidad, se está gestando una transformación de gran importancia donde las empresas, en su afán de mantener una rentabilidad, buscan aceleradamente nuevas formas de competitividad donde, entre otras cosas, se trata de profundizar en los programas de productividad y eficiencia internas.
Es una lucha titánica que no solamente involucra la participación de fuerzas externas al mercado, sino también a los actores internos, que como siempre se arraigan a viejas costumbres y procesos, ya fuera de lugar en el nuevo contexto mundial.
Es en el marco de esta lucha donde toma un papel protagónico y trascendental la gremial de industriales del plástico, como así las gremiales empresariales en general.
Podemos afirmar que estas asociaciones son el motor y gestor del cambio, con el objetivo de lograr una innovación en la sociedad empresarial moderna. Así la gremial cumple una meta clara, que es la de apoyar y acelerar la transformación de las empresas, llevando a cabo su razón de ser.
Existen varias macro estrategias para ejecutar esta misión, sobre las cuales me permitiré recomendar tres por considerarlas de gran relevancia.
La primera referida a la formación profesional, una vía de primera importancia para el futuro de las empresas. Invertir en la educación y en la capacitación es clave para el buen desempeño y la búsqueda constante de la productividad, la calidad y la mejora continua. Las asociaciones deben crear alianzas, convenios o simplemente deben impulsar por cuenta propia programas específicos de fortalecimiento en los conocimientos técnicos y en las habilidades para los empleados de las empresas del sector.
Este es un elemento indispensable si tomamos en cuenta que las empresas son el reflejo de lo que son sus empleados, independientemente de las inversiones en equipo o tecnología que estas tengan. Nos preguntamos, de que sirve un equipo de primer nivel, si no hay alguien que lo pueda manejar, que lo cuide y que le saque el máximo rendimiento.
Otro punto muy importante es fomentar la unidad empresarial y la solidaridad.
Las buenas prácticas competitivas, el respeto mutuo y la creencia firme que unidos se logran mejores resultados a largo plazo que fragmentados, son algunos de los valores que las asociaciones deben tener en agenda todo el tiempo.
En estos días en que el mundo se maneja en bloques comerciales, se vuelve cada vez más evidente la necesidad de estar unidos y de actuar en armonía. El trabajo en equipo de la asociación, los eventos sociales y empresariales, las actividades comerciales en conjunto, las reuniones para abordar temas comunes, son todas herramientas básicas para afrontar temas comunes a la industria en general.
Finalmente, otro de los temas de gran relevancia es la innovación. Por su naturaleza, las asociaciones empresariales pueden y deben promover los procesos innovadores en las empresas. Esto se puede hacer por medio de los contactos con otras instituciones de gobierno y con instituciones universitarias, así como con instituciones del extranjero, con las cuales se puedan desarrollar programas de colaboración que serían muy difícil conseguir por las empresas en forma individual.
Como empresarios y como líderes gremiales, nos quedan estos grandes retos a desarrollar. Debo recalcar que no solo es trabajo de la asociación, sino también de los asociados. Al igual que las empresas son el reflejo de sus empleados, las asociaciones son el reflejo de sus agremiados. Es indispensable que se involucren en los distintos comités y en las diferentes tareas de la asociación para que esta pueda ser efectiva y trabajar en beneficio del sector.
Lic. Carlos E. Menéndez
Presidente - Asociación Salvadoreña de la Industria del Plástico
ASIPLASTIC
Enero 2008 - El Salvador
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