EDITORIAL
El Ciclo del Plástico; La Historia sin fin
Cuando analizamos en profundidad las virtudes de tener un espectro de productos a los que podemos reutilizar una y otra vez, ya sea en las mismas o nuevas aplicaciones, debemos concluir seriamente que tenemos un verdadero tesoro. Refiriéndome específicamente al concepto tesoro como valor real. Existen países y regiones enteras, que tienen enterrado, tirado o mal depositado, residuos plásticos, que de recuperarlos y volcarlos a la cadena productiva su valor sería incalculable. ¿No es otra cosa que un tesoro moderno?
Lo más interesante de este asunto, es que el propio hombre es el generador de ese tesoro, tirándolo. Y esto es debido a la poca densidad y peso que tienen los plásticos, entonces nadie colecciona residuos plásticos almacenando altísimos volúmenes; unas cuantas botellas vacías, unas bolsas rotas, mas bien son un concepto de molestia que un capital.
¿Cuando sería un capital? Cuando recuperamos volúmenes importantes, y eso no lo puede hacer una familia estándar. Pero sí, una familia puede contribuir a disminuir el consumo de energéticos naturales, (que también es un tema ecológico) devolviendo lo que dejó de usar por los canales correctos, para que reingresen tempranamente a las cadenas productivas.
Pero como la historia del Hombre nos ha enseñado, consumimos los recursos hasta agotarlos, entonces, el sistema sigue aportando exponencialmente, plásticos al ambiente sin realizar serios y profundos sistemas de recuperación de lo que hoy existe como un “Tesoro escondido”.
Tampoco se realiza una reestructura social para redistribuir el plástico post consumo, no se realizan programas sustentables de educación.
Muchos pueden ser los motivos. Los más peligrosos, son los generados con finalidad de monopolios de recolección de estos recursos, y con intereses distintos a la sociedad en general.
Gabriel Catino
Editor.
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