Pero en todos los casos, la petroquímica ha sido y es un motor de sociedades, convirtiendose en el gestor de los grandes desarrollos del último milenio, y lo será del próximo. Estos desarrollos conllevan un gran alcance, no solamente refiriéndonos a productos, también a fuentes de trabajo, creación de industrias, etc. Cuando hablamos tan comúnmente de la “cadena petroquímica”, nos referimos a todo un ciclo que debe terminar en beneficio de la sociedad y en el consumidor final, ya sea en forma de energía, o producto de consumo, como por ejemplo un neumático o un envase. Y este ciclo debe realizar movimientos productivos importantes, no solamente propios, sino también complementarios, ya que para que funcione correctamente, cada etapa de aprovechamiento y producción de los recursos primarios, debe generar valores agregados, permitiéndole de esta manera a cada región desarrollarse y multiplicar sus fuentes de trabajo con las especializaciones.

El reflejo de una cadena petroquímica fuerte, es precisamente cuando no existe ningún tipo de fisuras de objetivos, y se encamina una perspectiva lógica con claros ejemplos a seguir.

Gabriel Catino
Editor.