EDITORIAL
Al plástico… hay que mostrarlo.
El siglo XXI, será sin duda el siglo del plástico, ya que estará presente prácticamente en todos los ámbitos de la vida cotidiana. Las futuras generaciones, tendrán el concepto plástico, mas arraigado a su vida diaria, tal como lo hicieran las sociedades de la antigüedad, luego del desarrollo del vidrio o del papel. Ahora que ya está asimilado a la sociedad, el plástico es un material más, ya existe y hay que conocerlo.
Pero el “hay que conocerlo”, aún dista de realizarse en forma por demás correcta. No se ha encontrado el camino adecuado y muchos son los factores.
Aún sigue siendo un “tabú” industrial, esto quiere decir, que la mayoría de los empresarios de la industria del plástico, no creen en la capacitación de su personal.
Esto hace que los obreros del plástico sean en su mayoría autodidactas, sumado a una falta seria de enseñanza estatal ya sea por burocracia política o algunos motivos más complejos, o por la falta de grandes centros de capacitación.
Parte importante para el conocimiento del plástico, hoy en día, son las exposiciones monográficas del sector y los seminarios de capacitación que existen por todo el mundo.
Claro que también se sufre la problemática de las grandes distancias, para quienes no viven en los países desarrollados en esta materia, que por cierto son los menos.
Pero en la actualidad, prácticamente existen exposiciones y seminarios relacionados al plástico en casi todos los países del mundo.
Esto, por un lado, es bueno, se conoce el material, las empresas, sus aplicaciones, los procesos, etc., pero, por otra parte, la falta de coordinación en muchos de estos eventos a nivel mundial, generan una problemática de participación para quienes pueden y quieren asistir, superponiéndose las fechas de los eventos.
En conclusión, estamos transitando por una etapa de transición mundial, en lo que refiere a la asimilación del conocimiento del plástico y a su canalización en los centros educativos, y hoy por hoy, para conocerlos, tenemos que participar de una continua y larga fila de eventos mundiales, claro está, si podemos clonarnos.
Gabriel Catino
Editor.
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