Refiriéndonos a Latinoamérica, el problema de las estadísticas del sector, toma forma en el mismo instante que uno se involucra en el mercado.

En muchos países de la región, principalmente los de mayor y más complejo mercado, nos encontramos con mucha y variada información y no precisamente siempre confiable.

Varios son los motivos, pero uno de los principales es la falta de involucramiento serio del empresariado, quiénes no informan debidamente su realidad (sus motivos, válidos o no, no serán analizados en este artículo).

Por otra parte, el Estado no tiene un conocimiento real de la situación del mercado, esto hace en la mayoría de los casos que la información que proporciona sea antigua y obsoleta.

Aunque en la mayoría de los países existen los sistemas adecuados para obtener la información correcta, al ser necesarios varios sistemas de cruzamiento para una correcta evaluación del mercado, aquí se falla, y termina esfumándose la posible realidad, en un mal esfuerzo burocrático.

Tampoco existe un sistema de estrategias comunes, donde se puedan realizar cruzamientos de información estadística entre los países con todos los sectores involucrados.

Esto hace recaer el esfuerzo en algunos pocos, tratando de lograr un acercamiento a la situación real. Pero aquí también se genera una complicación mas profunda, ya que como el esfuerzo es reducido y de iniciativas limitadas, no siempre se cuenta con recursos para un buen logro y óptimos resultados, más bien, se basa toda la estructura en la buena voluntad del que quiere proporcionar esa información.

En los países que existen cantidades considerables de industrias y empresas del sector, hablamos de varios cientos o miles, existe un mercado dinámico y muy competitivo.

Aparecen y desaparecen permanentemente empresas, muchas se venden, se compran, se deshacen en nuevas sociedades, en fin, toda una gama de variables que ocurren permanentemente a una velocidad que supera toda información estática.

En la mayoría de todos los informes que se pueden obtener, observamos que el mercado mayoritario en cantidad de empresas, son referidas a pequeñas o micros. Aquí cabe mencionar, que por un lado la mayoría de estas micro y pequeñas empresas no participan de agremiaciones, por lo tanto su información es ciertamente relativa. Por otra parte, habría que preguntarse; ¿qué es una industria?

Sobre todo cuando con esos datos brindamos expectativas a muchas empresas vendedoras de servicios y productos.

Entonces si tomamos en cuenta “industrias” que no están registradas, no tienen ningún tipo de seguridad, no participan del mercado, utilizan materiales de segunda y tercera, no son compradores de equipos nuevos ni usados, no son fiables, y una cantidad de etcs., entonces que estamos haciendo al incorporarlas dentro de una estadística“seria”.

Aunque si bien existen dentro del mercado, y son parte del movimiento diario de actividades, falta un estudio serio de su situación y de la realidad de cada uno.

Si bien existen grandes parámetros para el conocimiento de un mercado, cuanto más grande es el mismo, mayores serán nuestros márgenes de error si no tenemos claro lo que ocurre.

¿Cómo se puede llevar un control y una actualización con una base de datos tan fluctuante, sin buena infraestructura y además obsoleta?

Existen muchísimos sistemas de control estadístico, que podrían solucionar de raíz toda esta problemática. Pero no debemos olvidarnos de varios factores, primero que no hablamos del primer mundo, en segundo lugar en muchos de los países latinos los propios gobiernos manipulan la información estadística, en tercer lugar los empresarios, que son la principal fuente de información, generalmente no proporcionan datos correctos, claro que en el convencimiento de que lo hacen como motivo de autodefensa, y la mayoría de las veces tienen razón. Si en Latinoamérica se calcula que existen 15 mil industrias dentro de la actividad de transformación de plásticos, donde la mayoría son pequeñas o micros empresas que no aportan información ni se sabe de su transitar cotidiano, imaginen desde un pequeño hasta un gran error en la información que proporcionan los que la dan, y siendo conciente que la mayoría de los involucrados no proporcionan datos fieles, entonces ¿de qué hablaríamos?

Claro que tenemos datos paralelos que podemos cruzar, como venta de materias primas, para determinar cual es el consumo total, o venta de maquinarias e insumos, pero aún así estamos lejos de la realidad.

Es difícil realizar una buena base estadística si no existen estrategias comunes entre las agremiaciones sectoriales, los empresarios, proveedores y algunos departamentos del estado.

Invitando a una invasión

También ocurre que algunas agremiaciones en una creencia de que su nivel de importancia es directamente proporcional al mercado del cual participan, terminan magnificando el mismo, con algunos daños colaterales a su propio mercado, que generalmente demoran en comprender.

Uno de los puntos complejos es la participación extranjera en un mercado, ya que estima de un determinado tamaño por la información recibida, y como su estrategia es ingresar con un plan estudiado y desarrollado, aquí puede ocurrir cualquier cosa. Por un lado inversiones multimillonarias, que no obtendrán el resultado estimado ni en corto, mediano o largo plazo.

Aquí generalmente recambiarán en los primeros tiempos a los representantes, distribuidores o bien gerentes que serán vistos como “inoperantes” y con una grave “falta de concreción de objetivos fijados”.

Por otro lado la llegada del producto terminado importado, que ingresa “tímidamente” en primera instancia, por un porcentaje del mercado, tratando de pasar desapercibido hasta posesionarse en ese mercado con el tiempo, y sin embargo arrasa con el mismo en un tiempo récord. Y aún así estratégicamente no es una buena jugada acaparar la atención tan rápidamente.

Las consecuencias inmediatas, son claramente perjudiciales para los industriales locales, que sin darse cuenta en corto plazo pierden mucho mercado, debido a una competencia muy agresiva, que tal vez no lo pensó serlo en tan corto plazo.

No hacemos referencia a otros factores colaterales para la pérdida de un mercado, como lo pueden ser los bajos costos de esos productos importados, el contrabando, las deficiencias de logística de un país, los costos operativos elevados, la falta de capacitación, etc. Todos los puntos son importantes y cada empresario tiene claro cual es su complicación local, pero el punto en esta idea, con toda esta problemática de funcionamiento industrial, ¿para qué complicarnos aún más?

Aunque mucha gente no valora la importancia de una correcta estadística, es importante mencionar que existen agremiaciones e instituciones que realizan grandes esfuerzos y mantienen un nivel de acercamiento a la realidad bastante aceptable.

La idea de este informe, no es alabar al que hace las cosas bien, o criticar al que inventa información, sino es crear en el empresariado, principalmente, una conciencia de que debe brindar una información fiable, pues a la corta o a la larga, una mala información le dará grandes dolores de cabeza.