El siguiente informe, nos brinda un aspecto de la industria peruana del plástico, un enfoque de algunos de sus sectores productivos, basado y extractado del libro “Medio Siglo de Historia” del Comité de Plásticos, de la Sociedad Nacional de Industrias, del Perú.
La industria peruana ha desarrollado durante la última década, un paulatino crecimiento, en la producción de plásticos, aunque aún no ha logrado una importante dinámica de producción dada la limitada demanda interna.
El Perú ocupa un interesante lugar en América Latina, en lo que refiere a esta industria. Refiriéndose a los cuadros de importación, se puede determinar un crecimiento sostenido tanto para la importación de insumos como de bienes de capital.
Respecto al mercado de envases y embalajes, la industria peruana ha mejorado mucho su nivel de su producción. Esta industria, es una de las áreas que más se desarrollaron dentro del ámbito nacional. El mercado demanda cada vez más y con mayor exigencia del envase y embalaje, en las condiciones de utilización debidas. Por lo tanto, el desarrollo de estas áreas camina paralelo a dicha demanda.
Pese al alza en los precios de los insumos, las empresas nacionales han continuado con su política de reconversión industrial, factor fundamental de competitividad y desarrollo.
El rubro que logró un significativo aumento de su producción es el de envases para bebidas gaseosas y en general los que se producen en PET.
El sector de telas plásticas de Policloruro de Vinilo (PVC), conocidas como vinílicos, cuerina, marroquines, telas plastificadas, cueros sintéticos, etc., son una realidad comercial en el país por más de cuarenta años. Las empresas que se desenvuelven en este sector de la industria, han logrado un desarrollo notable y se mantienen al día con los últimos avances tecnológicos, a pesar de los problemas derivados de la recesión en la economía.
Por los años 70, el PVC se constituyó en el plástico de mayor uso, reemplazando rápidamente a muchos productos, flexibles principalmente, basados en elastómeros (caucho natural y SBR), acetato de celulosa, aceite de linaza, fibras sintéticas y cuero natural. Posteriormente con el conocimiento de nuevos procesos, el desarrollo de nuevas formulaciones y la introducción de nuevos equipos y nuevos aditivos químicos especializados, se incrementó su uso; completando su desarrollo con la producción de láminas semirígidas y rígidas.
Algunas de las siguientes razones explican la gran aceptabilidad del PVC; amplia versatilidad de procesamiento, mejor rendimiento y performance respecto a otros materiales similares, posibilidad de incrementar su potencial decorativo con técnicas especializadas como estampado, laqueado, grabado, esmerilado, etc. Todo lo cual permite un amplio rango de propiedades posibles, no solo por variaciones en el tipo de resinas de PVC utilizadas, sino también por la habilidad de los compuestos de PVC de ser modificados por una amplia variedad de aditivos y en distintas proporciones, con lo que se mejoran sus propiedades intrínsecas; por ejemplo, resistencia a la exposición de radiaciones solares extremas (rayos UV), resistencia a climas extremos (-20º C hasta 40º C), resistencia al fuego; al ataque químico y microbiológico, etc.
El desarrollo de la industria de las telas plásticas de PVC, permite también el desarrollo de otras industrias conexas, de las cuales es abastecedor principal.
El sector juguetes, dentro de la industria del plástico, fue afectado en los últimos años, produciéndose una disminución de su participación, siendo la subvaluación y el contrabando, como los principales factores desencadenantes de este proceso. Sin embargo, los industriales de juguetes poseen tecnología de punta, especialmente en lo referente a la maquinaria múltiple que sirve también para otras líneas de productos, permitiendo a los empresarios manejar la estacionalidad en la venta de juguetes.
No obstante el Comité de Fabricantes de Juguetes obtuvo algunos éxitos en la lucha contra la subvaluación, no fue así frente a la problemática del contrabando, donde se indicó que no existía un debido control de parte de aduanas, que muchas de las medidas dadas, si bien adecuadas, no han funcionado en la realidad.
Lamentablemente la recesión del mercado peruano, no permitió un repunte de la producción y de las ventas, lo que aparejó el cierre de algunas de las empresas, y una manera de subsistencia, de las más productivas, con muchas dificultades.
La Industria del plástico del Perú, depende de la importación de materias primas e insumos provenientes de la industria petroquímica. También las empresas peruanas deben importar una serie de aditivos y colorantes, excepto aquellos destinados a la transformación del PVC, ya que desde 1967 existe la Compañía Química S.A. que produce plastificantes y estabilizantes.
Dicha planta, fue concebida para habilitar con insumos a Panam Perú, industria del calzado plástico con sede en Argentina. Por la alta productividad y la buena marcha de la empresa, desde hace unos años, se celebró un “joint venture” con una transnacional europea, agregando una más a las sedes ya existentes en América Latina. Compañía Química S.A., en la actualidad, no solamente abastece el mercado local, sino que ha extendido su producción por América Latina, Norteamérica y Asia.
Un proveedor local como Compañía Química S.A., permite a las industrias peruanas bajar sus costos, fenómeno importante en momentos donde los márgenes de ganancia vienen sufriendo una caída por sobrecostos internos y por alza del precio internacional de los insumos, de echo todos los sectores que dependen del PVC, como el recubrimiento de cables, las tuberías, los juguetes y pelotas, las telas plásticas, los envases y tantos otros, son sus compradores naturales.
El sector industrial peruano, en términos generales, no pide una protección local, pero sí una equidad y tratamiento similar otorgado a las empresas extranjeras, competidores globales. La proyección para este nuevo siglo, es de un accionar dentro de un marco de normas claras, estables que aseguren la equidad y una buena administración de justicia. Predomina la convicción de que en el Perú, país esencialmente joven, abunda la iniciativa, la habilidad para el trabajo, los recursos naturales y la creatividad a todos sus niveles, y que estos rasgos constituyen el mejor fundamento para el desarrollo industrial y humano que llevará a un alto nivel de reconocimiento en el concierto de las sociedades y economías latinoamericanas.
Para mayo, próximo, del 27 al 30, se realizará la primera exposición de plásticos a realizarse en Perú, auspiciada por el Comité de Plásticos de Perú y por ALIPLAST, Asociación Latino- americana de Industrias Plásticas, promete ser un acontecimiento relevante para todo el sector plástico del pacífico.
La industria peruana ha desarrollado durante la última década, un paulatino crecimiento, en la producción de plásticos, aunque aún no ha logrado una importante dinámica de producción dada la limitada demanda interna.
El Perú ocupa un interesante lugar en América Latina, en lo que refiere a esta industria. Refiriéndose a los cuadros de importación, se puede determinar un crecimiento sostenido tanto para la importación de insumos como de bienes de capital.
Respecto al mercado de envases y embalajes, la industria peruana ha mejorado mucho su nivel de su producción. Esta industria, es una de las áreas que más se desarrollaron dentro del ámbito nacional. El mercado demanda cada vez más y con mayor exigencia del envase y embalaje, en las condiciones de utilización debidas. Por lo tanto, el desarrollo de estas áreas camina paralelo a dicha demanda.
Pese al alza en los precios de los insumos, las empresas nacionales han continuado con su política de reconversión industrial, factor fundamental de competitividad y desarrollo.
El rubro que logró un significativo aumento de su producción es el de envases para bebidas gaseosas y en general los que se producen en PET.
El sector de telas plásticas de Policloruro de Vinilo (PVC), conocidas como vinílicos, cuerina, marroquines, telas plastificadas, cueros sintéticos, etc., son una realidad comercial en el país por más de cuarenta años. Las empresas que se desenvuelven en este sector de la industria, han logrado un desarrollo notable y se mantienen al día con los últimos avances tecnológicos, a pesar de los problemas derivados de la recesión en la economía.
Por los años 70, el PVC se constituyó en el plástico de mayor uso, reemplazando rápidamente a muchos productos, flexibles principalmente, basados en elastómeros (caucho natural y SBR), acetato de celulosa, aceite de linaza, fibras sintéticas y cuero natural. Posteriormente con el conocimiento de nuevos procesos, el desarrollo de nuevas formulaciones y la introducción de nuevos equipos y nuevos aditivos químicos especializados, se incrementó su uso; completando su desarrollo con la producción de láminas semirígidas y rígidas.
Algunas de las siguientes razones explican la gran aceptabilidad del PVC; amplia versatilidad de procesamiento, mejor rendimiento y performance respecto a otros materiales similares, posibilidad de incrementar su potencial decorativo con técnicas especializadas como estampado, laqueado, grabado, esmerilado, etc. Todo lo cual permite un amplio rango de propiedades posibles, no solo por variaciones en el tipo de resinas de PVC utilizadas, sino también por la habilidad de los compuestos de PVC de ser modificados por una amplia variedad de aditivos y en distintas proporciones, con lo que se mejoran sus propiedades intrínsecas; por ejemplo, resistencia a la exposición de radiaciones solares extremas (rayos UV), resistencia a climas extremos (-20º C hasta 40º C), resistencia al fuego; al ataque químico y microbiológico, etc.
El desarrollo de la industria de las telas plásticas de PVC, permite también el desarrollo de otras industrias conexas, de las cuales es abastecedor principal.
El sector juguetes, dentro de la industria del plástico, fue afectado en los últimos años, produciéndose una disminución de su participación, siendo la subvaluación y el contrabando, como los principales factores desencadenantes de este proceso. Sin embargo, los industriales de juguetes poseen tecnología de punta, especialmente en lo referente a la maquinaria múltiple que sirve también para otras líneas de productos, permitiendo a los empresarios manejar la estacionalidad en la venta de juguetes.
No obstante el Comité de Fabricantes de Juguetes obtuvo algunos éxitos en la lucha contra la subvaluación, no fue así frente a la problemática del contrabando, donde se indicó que no existía un debido control de parte de aduanas, que muchas de las medidas dadas, si bien adecuadas, no han funcionado en la realidad.
Lamentablemente la recesión del mercado peruano, no permitió un repunte de la producción y de las ventas, lo que aparejó el cierre de algunas de las empresas, y una manera de subsistencia, de las más productivas, con muchas dificultades.
La Industria del plástico del Perú, depende de la importación de materias primas e insumos provenientes de la industria petroquímica. También las empresas peruanas deben importar una serie de aditivos y colorantes, excepto aquellos destinados a la transformación del PVC, ya que desde 1967 existe la Compañía Química S.A. que produce plastificantes y estabilizantes.
Dicha planta, fue concebida para habilitar con insumos a Panam Perú, industria del calzado plástico con sede en Argentina. Por la alta productividad y la buena marcha de la empresa, desde hace unos años, se celebró un “joint venture” con una transnacional europea, agregando una más a las sedes ya existentes en América Latina. Compañía Química S.A., en la actualidad, no solamente abastece el mercado local, sino que ha extendido su producción por América Latina, Norteamérica y Asia.
Un proveedor local como Compañía Química S.A., permite a las industrias peruanas bajar sus costos, fenómeno importante en momentos donde los márgenes de ganancia vienen sufriendo una caída por sobrecostos internos y por alza del precio internacional de los insumos, de echo todos los sectores que dependen del PVC, como el recubrimiento de cables, las tuberías, los juguetes y pelotas, las telas plásticas, los envases y tantos otros, son sus compradores naturales.
El sector industrial peruano, en términos generales, no pide una protección local, pero sí una equidad y tratamiento similar otorgado a las empresas extranjeras, competidores globales. La proyección para este nuevo siglo, es de un accionar dentro de un marco de normas claras, estables que aseguren la equidad y una buena administración de justicia. Predomina la convicción de que en el Perú, país esencialmente joven, abunda la iniciativa, la habilidad para el trabajo, los recursos naturales y la creatividad a todos sus niveles, y que estos rasgos constituyen el mejor fundamento para el desarrollo industrial y humano que llevará a un alto nivel de reconocimiento en el concierto de las sociedades y economías latinoamericanas.
Para mayo, próximo, del 27 al 30, se realizará la primera exposición de plásticos a realizarse en Perú, auspiciada por el Comité de Plásticos de Perú y por ALIPLAST, Asociación Latino- americana de Industrias Plásticas, promete ser un acontecimiento relevante para todo el sector plástico del pacífico.
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