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¿Qué implica ser Presidente de la K Düsseldorf?

Soy Presidente del consejo que está conformado por miembros que representan los expositores más importantes. Es una estrategia inteligente de la Messe, al fundar un consejo de estas características, ya que nos preguntan, o sea a los clientes, que pueden hacer mejor.

Si usted me pregunta lo que debemos cambiar para la próxima K, pienso que los principales temas a mejorar son externos, por ejemplo el problema del tránsito que es grande, pero nosotros no podemos construir calles. Por otra parte se ha construido un nuevo puente con el cual se ha abierto un acceso rápido al otro lado del Rin, y esto ha facilitado mucho.

A este consejo yo pertenezco desde hace 9 años, y como todo consejo precisa un Presidente, he sido sugerido candidato por unos colegas, debido a algún buen comentario que he efectuado con anterioridad, y me ha hecho merecedor a tal tarea.

La función del Presidente de la Messe, como es denominado el cargo, es muy sencilla, porque la administración de la Messe Düsseldorf es muy profesional y muy perfecta en su trabajo, por consiguiente estar al frente de una organización que hace las cosas perfectamente, lo hace fácil. Da gusto tener un cargo de este tipo.

¿Hay un cambio en el perfil del visitante de la K?

Sí, no solo tenemos una mejora cualitativa, sino que superamos el volumen de público de la vez anterior. Si bien hay más gente, lo destacable es que hay mejor calidad de los visitantes, algo realmente sorprendente. Ya no existen los grupos grandes de 10 ó 15 integrantes de la misma empresa, donde no todos eran tomadores de decisión. Hay muy poco personal por cada empresa en circulación, pero son gente en relación a la calidad, expresión y a formación de opiniones, de mayor consistencia que en exposiciones anteriores.

¿Una menor participación del mercado Norteamericano?

Tenemos seguramente más presencia de USA que hace 3 años. El evento pasado, que fue poco después del 11 de setiembre, sintió el efecto y mermó la participación estadounidense. Si hoy comparamos los valores de hace 6 años, debemos decir que el norteamericano está menos representado. Aún así, existen interesantes clientes estadounidenses con decisión y actitud sobre inversiones.

Por otra parte, debemos decir que Estados Unidos tuvo su crisis y seguramente fue afectado el mercado de las máquinas transformadoras de plástico, como también las inversiones en las maquinarias fueron reducidas, y como colorario, el dólar está muy depreciado con relación al euro, que justo en estos días está subiendo hacia alturas récord, con picos desfavorables para ellos. Esto no ayuda a elevar la atractividad del mercado de maquinaria europea.
De todas formas hay presencia estadounidense, un poco menos pero no demasiado menos.

¿La evaluación actual ha colmado la expectativa?

Los días que hemos transcurrido en la K, o que hemos vivido, fueron sorprendentemente buenos, y esto es válido para todos los expositores.

Montar una K, cuesta mucho dinero y por supuesto mucho trabajo, por eso hay grandes expectativas en la Messe, pues todos queremos poner impulsos positivos.

La K 2004 realmente valió la pena, hemos llevado a cabo buenas conversaciones, y la calidad fue mejor que hace 3 años. Cada K tiene su vida propia, su propia euforia, todo se mueve muy rápido, creo que hay sustancia atrás de todo esto, y estoy seguro que en este evento ferial hay un empuje que va directo a la industria. Con la señal de largada de la Messe, hay proyectos, cierres de negocios y todo esto adquiere un impulso muy positivo.

¿Como es la representatividad de la maquinaria alemana para plásticos, en el mundo?

La maquinaria construida en Alemania es mundialmente dominante, fue así en un principio y aún es así. Con una participación del 25%, lo sigue luego la maquinaria italiana con una participación del 14 % en segundo lugar. Respecto a los asiáticos, que por supuesto están y son extremadamente accesibles en costos, hoy tenemos una gran diferencia tecnológica. La posición de los industriales constructores de maquinaria alemanes continuará siendo así de fuerte, porque están dadas las condiciones favorables en el campo de la construcción de maquinaria, y hablamos de grandes inversiones para desarrollos tecnológicos, y soluciones técnicas especiales.

¿Está deprimido el mercado europeo en consumo de maquinaria?

Sí, el mercado europeo seguramente no está en una fase expansiva, y pasó durante los últimos años por un período depresivo. Tanto Alemania como los países nórdicos, los países escandinavos, Inglaterra, inclusive Francia, estuvieron muy quietos. Un poco mejor estaban España e Italia, los países mediterráneos como Argelia y Egipto, por más que no fueran Europa, tuvieron los mayores movimientos. Por fortuna, en el corto plazo, parece existir un cambio favorable, así que después de este débil período de inversiones, vamos a tener una demanda de reposición que podría llevar perfectamente hacia un nuevo empuje en el sector.

¿Cómo se logra el éxito en una empresa marcadamente familiar de casi 100 años?

No hay una receta para el éxito determinada, uno debe ver lo que el mercado necesita. Somos una empresa exitosa, fundada en 1911 y estamos muy orgullosos de ello. Si bien es mucho trabajo, no somos una excepción. Las empresas alemanas en general son de perfil mediano. Dejando de lado a las grandes compañías, el resto están organizadas y estructuradas medianamente, manejadas privadamente y en manos familiares, no es nada fuera de lo común y se podría decir que son más del 80 %.

La ventaja de una empresa familiar, los razonamientos, las visiones, es que están limitados solamente a la empresa y muchas veces los gerentes son miembros de la familia. Ahí no se apela al resultado inmediato, que arroje una ganancia extraordinaria, no para conseguir una buena comisión, no están pensando en el lucro obsesivo, sino lo que está puesto en la mira es hacer fuerte a la empresa a largo plazo, aún haciendo una inversión valiente.

Reifenhäuser comienza la fabricación de maquinaria para plásticos en 1948. Su primera máquina tenía un diámetro del tornillo de 30 milímetros y fue aceptada fácilmente por la industria incipiente en el proceso de los plásticos que rápidamente se convertía.

La construcción de la maquinaria para el proceso de los plásticos es la actividad principal de Reifenhäuser y ha sido así por más de cinco décadas.

¿Cuántos empleados tiene su empresa y de que edad promedio?

La Empresa Reifenhäuser tiene 750 colaboradores. En el grupo tenemos varias empresas periféricas y por ello llegamos a 1050 empleados en total. La edad promedio está en el entorno de los 40. Esto se debe a que a fines de los difíciles años 90, nos hemos visto en la obligación de separarnos de muchos antiguos colaboradores, que se acogieron a las leyes prejubilatorias de Alemania, y así la edad promedio llegó a ese nivel.

¿Cuál es el enfoque de mercado de Reifenhäuser?

La máquina más fuerte que nosotros tenemos es para la fabricación de hilos, que no son tan conocidas, absolutamente líderes en el mercado mundial, máquinas de plásticos para textiles, pero no telados como pañales.

Para darte una idea, una sola máquina de esta línea, por muy bajo costo que sea, inicia con el precio de 10 millones de euros. Luego tenemos plantas de fabricación de láminas, films de soplado o de termoformado. Estamos haciendo un hincapié especial en el tema de laminación de extrudados, donde vemos una de las grandes oportunidades, ya que tenemos un gran conocimiento en la extrusión de láminas planas y venimos con mucha experiencia en ese sector. Tenemos un pequeño pero muy difícil y sofisticado mercado para estas instalaciones, ya que estos productos son de elevado valor agregado y son difíciles de manejar y difíciles de fabricar.

¿Qué caracteriza la calidad de la máquina Reifenhäuser?

La calidad destacada es la confiabilidad, la longevidad, y la precisión de nuestras máquinas.
Pienso que estamos tecnológicamente bien arriba, y uno tiene que estar ahí, se tiene que vender siempre la mejor tecnología.
Respecto a la referida confiabilidad y longevidad, la vemos cuando restauramos antiguas máquinas nuestras, máquinas de 30 ó 35 años de antigüedad, que anduvieron perfectamente durante ese tiempo, es decir, le retornaron varias veces la inversión al cliente.

¿Un nuevo desarrollo?

En esta oportunidad estamos mostrando como únicos y por primera vez, un extruder, Reitork, que es un extrusor sin reductor. Esto implica que el husillo sin fin es directamente movido por el motor y como ventaja se tiene un ahorro de lugar, reduciendo el espacio en un 30% de volumen, y eso es muy importante cuando tratamos folios de 7 capas. El otro argumento importante es que se reduce el consumo de energía entre el 7 y el 15 %, menor que las técnicas usuales. En la época en que los costos de materia prima están fuera de control, si se puede ahorrar por extrusor 20 a 30 mil euros por año, eso se torna en un argumento genuino.

¿Cúales son las limitaciones de este nuevo método?

Tenemos este concepto trabajando en cinco clientes, desde hace meses, yo no veo los puntos débiles. Considero que puede llegar a ser un cambio tecnológico radical. Ahora bien, la limitante actual, es que ofrecemos nuestras máquinas sopladoras de láminas hasta 80 milímetros, como única opción con esta tecnología.

¿Instalaciones Reifenhäuser fuera de Europa?

Acabamos de instalar una nueva planta cerca de Shangai, en China. Abrimos una pequeña unidad, la que montará unidades de soplado estándar. Las piezas esenciales las seguiremos produciendo localmente y las piezas estándar las hacemos fabricar en China, para luego ensamblar en nuestra planta las piezas y así dar el servicio.

En Brasil fundamos una planta hace 35 años, y lamentablemente en los poco reconfortantes años 90, sangramos mucho, y finalmente concluimos con ese emprendimiento.

Muchas gracias.

Octubre 2004, Düsseldorf - Alemania

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