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¿Cómo es su producción?

La planta de Guatemala tiene una capacidad instalada en telares para una producción de 104 millones de sacos al año. Desde aquí surtimos la tela a las empresas de Honduras, Nicaragua y Costa Rica y allí confeccionan el saco final. Nosotros estamos consumiendo unas 800 toneladas mensuales de polipropileno, y cerca de 250 toneladas de Polietilenos. Solamente para abastecer Guatemala. Con la incorporación de la planta de México, hoy día tenemos una capacidad instalada para poder fabricar 140 millones de sacos al año, lo que nos obliga a tener un proceso de producción de estricto control de calidad, y para ello la incorporación de equipos de alta tecnología, lo que le ha permitido ser en la actualidad la empresa líder en la fabricación de sacos, siendo la más grande de Centroamérica. Desde 1991 no hemos parado de invertir en equipos y tecnología. Hemos seguido creciendo. Hoy podemos hablar que estamos cerca de los 1000 empleados.
El mercado de polietileno al que estamos enfocados, es para empaque, no producimos bolsas comerciales, solamente industrial, desde el liner que va dentro del saco de polipropileno, la bobina termoencogible, a todo lo que conlleva empaque. No vamos al mercado de impresión.
En el año 2001 comenzamos con la planta de envases de PET, para la fabricación de envases para leche, aguas y bebidas carbonatadas. Para ello incorporamos equipos de última tecnología.
Somos una empresa exportadora y en la actualidad exportamos a Norteamérica, Sudamérica, Centroamérica y El Caribe.

Sobre el mercado de sacos en la región

El mercado ya está desarrollado. Nosotros entramos en el mercado en el momento de la transición de la manta (tela de algodón) al polipropileno. Entonces fue un crecimiento muy importante para nuestra industria. Hoy estamos en un nivel que podemos decir ciertamente que está saturado el mercado. De hecho de los 100 millones de sacos que producimos en Guatemala, 40 millones salen para la exportación.
En el caso del mercado de PET, que está en crecimiento, nos interesaba involucrarnos en él. Luego de una licitación privada que sacó embotelladora Coca Cola de Guatemala, que estaban buscando quién les surtiera un tipo de envases, nos presentamos, ganamos la licitación con un contrato a 5 años y a partir de allí comenzamos con la producción de soplado.


Vista de telares en producción

¿Como ve el mercado general de plásticos de Guatemala?

El mercado es muy grande, lo que se complica al haber muchos participantes y el margen finalmente se termina reduciendo. En cualquier rubro el crecimiento en cuanto a capacidad instalada ha sido muy grande, todos quieren colocar su producción en el mercado. Hoy nuestra competencia más fuerte es contra China, un país donde tiene una serie de ventajas adicionales que lo deja en una posición insuperable en costos.

¿Cuál es la política de la empresa en capacitación?

Fomentamos la formación de equipos de trabajo para tener una mejora constante en la calidad general de la empresa.
Comenzamos por educar a nuestros empleados en cuanto al nivel escolar. Contamos dentro de la empresa con una escuela, donde tienen la oportunidad los trabajadores de sacar su bachillerato, o ser técnico en lo que ellos quieran. A partir de enero del 2006, tenemos ya una Universidad en la misma planta, allí se imparten los cursos.
Hoy día contamos con 54 alumnos, que estudian en primer lugar técnico en introducción industrial, para en 2 años sacar la licenciatura a través de una universidad guatemalteca. La escuela está autorizada por el Ministerio de Educación, se cursa bachillerato y luego de finalizado el año, tienen que ir a dar examen a una escuela asignada. En el caso del nivel universitario, la empresa aporta las instalaciones, y la universidad pone los catedráticos.

¿Qué criterios aplican en la seguridad industrial?

Estamos convencidos que para lograr un rendimiento 100% del empleado en su trabajo, tiene que estar tranquilo y sin problemas. Lo primero que vemos es la seguridad de la familia, contamos con un doctor que llega todos los días a la planta y atiende a la familia del trabajador. Lo que estamos logrando es que tengan una asesoría médica. Esto lleva que cualquier medicina que se recete se apoya compartiendo los gastos, una parte la paga el trabajador y otra la empresa.
Hemos logrado que la familia se abra y nos permitan entrar en sus hogares, tenemos una trabajadora social que visita estos hogares. Esto permite de alguna manera que el trabajador se sienta tranquilo ya que hay alguien velando por su familia. Contamos también con asesoría de psicólogos.
Respecto a la seguridad industrial, tenemos lo que llamamos la brigada de seguridad, un equipo de personas capacitadas en el tema, que se reúnen una vez al mes, y se enseña al resto del personal preventivamente tanto el uso de extinguidor, como primeros auxilios, y se le da un permanente entrenamiento a la gente para que tenga cuidado con las máquinas que utiliza, que son sumamente peligrosas.


Vista parcial de la planta de producción.

Sobre la política de calidad

Estamos muy compenetrados con la calidad en todos sus aspectos. Con las normas ISO lo que nos obliga es a manejar los procesos bajo un sistema de control. En el laboratorio hacemos que los productos salgan bajo especificaciones. El caso del saco, si la cinta sale bien, sabemos que el producto final saldrá bien.
Hay que mantener controlada la resistencia, la elongación, la calidad del producto en general, porque es el punto de partida para todo lo demás. Entonces, en los diferentes procesos hay controles que se van monitoreando día a día, para lograr que el producto final sea el que pretendemos. Desde el mismo instante en que recibimos la materia prima comenzamos los controles.
Cuando entra la resina, revisamos que mantenga las especificaciones técnicas, para cada lote le realizamos los ensayos correspondientes, como fluidez, etc. Una vez que sabemos la resina viene bien, continuamos los procesos.
Con el caso de la producción de soplado para botellas de PET, tenemos exigencias más estrictas. Ya que es un producto más delicado, puede estallar, los tipos de control vienen especificados desde Coca Cola, y no podemos salir de esos parámetros. En el año 2002 obtenemos la norma de calidad ISO 9001 2000, siendo la primera empresa del rubro de toda la región centroamericana en obtenerla.

¿Algún acontecimiento que le haya impactado durante su trayectoria en la empresa?

Estoy desde que se formó la empresa trabajando y tuve la oportunidad de estar en la construcción de la planta y en la instalación de la maquinaria. Pero uno de mis recuerdos más fuertes, fue cuando pasó el huracán Mitch en el año 98, que se nos inundó la planta. Entró una avalancha de lodo y dejó completamente inundado todo. Recuerdo que ocurrió en noviembre, porque casualmente estaba en Alemania, durante la K’98. Fue una desgracia total, pero nos repusimos, en una semana ya estábamos funcionando nuevamente. Tuvimos un gran respaldo de muchas fábricas que nos apoyaron dando tela. Todos los trabajadores inmediatamente se pusieron a limpiar su fábrica. Lo importante es que no dejamos de cumplir ningún compromiso. Pero ver la planta totalmente inundada, fue algo triste. Por suerte no hubo lastimados, ocurrió de noche y hubo oportunidad de sacar a la gente. En general hemos tenido muchas satisfacciones durante estos años.

¿Un concepto final?

Lo que estamos tratando de transformar es nuestro empaque para que sea un producto especializado. Queremos ir a un saco de características muy especiales, con tecnologías de mayor valor agregado. Y hay bastante mercado para desarrollar. Tenemos un reto grande que es competir con países como China, que tienen muchos beneficios en cuanto a mano de obra, materias primas, energía eléctrica y nosotros tenemos el reto de sacar adelante la industria local y no transformarnos en un convertidor.

Guatemala - Noviembre 2006

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